B2C, BtoC o business to consumer, es el término que se refiere a las empresas que se dirigen a particulares, como una tienda especializada (librería, tienda de ropa, etc.), o un supermercado. Los productos o servicios se venden directamente a los clientes para uso personal.
B2B, BtoB o business to business, se refiere a una empresa que ofrece servicios profesionales a otras empresas. Los clientes de las empresas B2B buscan una auténtica colaboración con el proveedor de servicios. El proceso de venta y compra es más largo que en el B2C. La factura B2B es, por tanto, una factura enviada entre empresas.
B2G, BtoG o business to government, se refiere a las empresas que dedican parte o la totalidad de su actividad comercial a organizaciones y administraciones gubernamentales. Los procesos de venta y compra son menos flexibles que en B2C y B2B: los contratos se firman tras una licitación en la que las empresas deben aportar documentos oficiales (pliegos de condiciones, certificación de normas medioambientales, etc.) y cumplir procesos más rígidos.