También conocido como click and pick up, este método de compra permite a los consumidores reservar y pagar productos en línea y recogerlos en tienda o incluso en un punto de relevo. Los productos pueden tomarse de las existencias de la tienda para ofertas específicas ( región/cercanía), o entregarse a través de la cadena de suministro tradicional para evitar gastos de envío.
Este servicio constituye un nuevo modo de consumo en el punto de venta que simplifica el acto de compra para el cliente. Al fomentar los desplazamientos al punto de venta, también permite a los minoristas generar un volumen de negocio adicional que mejora la rentabilidad del e-commerce. Por tanto, es una ventaja en comparación con la conversión tradicional en línea.
Los beneficios del click & collect son numerosos para un minorista: aumento de las visitas al punto de venta, mejora de la relación de proximidad con el cliente, desarrollo del comercio electrónico y captación de nuevos clientes, ahorro en los gastos de envío…
A veces también está disponible como «drive-through», muy popular durante el periodo de confinamiento, cuando el acceso a las tiendas era difícil.
Click and collect también puede utilizarse para la recogida directa en tienda. El problema es que, si bien este método de actuación puede generar satisfacción al cliente en términos de plazo de entrega, también puede correr el riesgo de canibalizar las existencias si no va acompañado de una dinámica de venta complementaria.