La conciliación automática se utiliza para comprobar que las facturas, las órdenes de compra y las mercancías recibidas coinciden. A veces hay discrepancias o diferencias entre estos datos, que pueden deberse, entre otras cosas, a errores de introducción u omisiones.
La conciliación automática es, por tanto, una operación de seguimiento, comparación y control que permite detectar incoherencias e investigar su causa. El objetivo final es garantizar la exactitud de las cuentas. Los programas informáticos de tipo ERP facilitan este proceso a las empresas.