La planificación de recursos es un método de gestión de la cadena de suministro cuyo objetivo es optimizar el uso de los medios disponibles en un almacén para maximizar la eficacia operativa y mejorar el time-to-market de las empresas.
Gestión y análisis de recursos
Es un proceso que implica la gestión de varios recursos clave, como la mano de obra, equipos como máquinas automatizadas, líneas mecanizadas, clasificadores o estanterías, existencias y espacio de almacenamiento. Gracias a él, los jefes de almacén pueden prever las necesidades de recursos y poner en marcha planes de acción para garantizar que los recursos necesarios estén disponibles cuando se necesiten.
El primer paso para desarrollar un plan de recursos es analizar los datos sobre las operaciones del almacén. Esto puede incluir información sobre los niveles de existencias, los índices de utilización de los equipos, los tiempos de procesamiento de los pedidos y el rendimiento de la mano de obra. Una vez recopilados y analizados estos datos, los responsables pueden empezar a elaborar un plan de recursos.
Conciliar la excelencia operativa y la optimización de los costes
La planificación de los recursos debe concebirse de forma que responda a las necesidades operativas del almacén, minimizando al mismo tiempo los costes asociados a la utilización de los recursos. Para ello es necesario tener en cuenta una amplia gama de factores: cambios estacionales, fluctuaciones de la demanda, imprevistos como averías de los equipos o ausencias del personal, etc.
Utilizando técnicas de simulación de la cadena de suministro, una de las claves de la planificación de recursos es determinar el número óptimo de trabajadores necesarios para procesar un determinado volumen de pedidos, minimizando al mismo tiempo los costes de mano de obra. Del mismo modo, utilizando técnicas de planificación de inventarios, los responsables de almacén pueden determinar el nivel óptimo de existencias para satisfacer las necesidades de los clientes, minimizando al mismo tiempo los costes asociados al almacenamiento y la manipulación de los productos.
La planificación de los recursos del almacén también puede utilizarse para optimizar el uso de los equipos. Por ejemplo, mediante técnicas de planificación del mantenimiento preventivo, los jefes de almacén pueden programar el desgaste de los equipos antes de que fallen, minimizando el tiempo de inactividad y los costes de reparación.