Históricamente, el punto de venta se refiere a un lugar físico donde se venden los productos y/o servicios de la marca. La tienda es la forma más conocida de punto de venta, pero existen muchas otras: agencias, concesiones, puntos de servicio, etc. Con la expansión del comercio electrónico, los puntos de venta se definen cada vez más en relación con los canales digitales. Dado que permite a clientes y minoristas realizar transacciones a través de sitios de comercio electrónico, aplicaciones, etc., lo digital está más presente que nunca en el proceso de compra diario. De hecho, la exigencia de los consumidores en cuanto a la experiencia del cliente se aplica tanto en las tiendas como en Internet. Además, los distintos canales de venta se han vuelto complementarios, creando puntos de venta cada vez más digitalizados. Esta estrategia web-in-store se basa en una tecnología que conecta a los consumidores, la información sobre los productos y los dispositivos móviles. ¿El objetivo? Proporcionar a los clientes la experiencia de compra más inteligente e innovadora.