De forma similar al principio de existencias remotas o stock de consigna, las existencias retornables se acumulan en el proveedor logístico. Estas existencias siguen siendo propiedad del proveedor mientras permanezcan en su poder. Cuando la mercancía sale del almacén, pasa a ser responsabilidad del distribuidor, que debe pagar por ella. Esta solución la adoptan a menudo los pequeños fabricantes con una capacidad de almacenamiento limitada, pero también permite a los distribuidores reducir la cantidad de capital inmovilizado.