Los consumidores tienden cada vez más a buscar información en Internet antes de ir al punto de venta a comprar un producto. Este comportamiento de compra, a veces denominado ROPO (Research Online, Purchase Online) o ROBO (Research Online, Buy Online), se conoce como web-to-store. La búsqueda puede ser de un producto, pero también de la ubicación de la tienda más cercana…
La concienciación de los minoristas sobre este fenómeno se desarrolló gradualmente en Internet antes de adquirir una nueva dimensión con el auge de las aplicaciones para móviles y teléfonos inteligentes. El web-to-store es ahora una gran oportunidad para las tiendas locales y los minoristas que quieren aumentar el tráfico en la tienda y atraer a nuevos clientes.
Llevar al consumidor de la web a los puntos de venta físicos implica la aplicación de dispositivos de marketing específicos. Así, una estrategia de web a tienda puede basarse en:
- una campaña de publicidad online que remita directamente a las tiendas (banners, SMS geolocalizados, etc.);
- o servicios específicos puestos a disposición de los consumidores en el sitio web de la marca (localización de puntos de venta, disponibilidad de productos en el punto de venta, click & collect, etc.).